¿Quién eres y de dónde eres?

Abraham Menéndez, asturiano de 45 años. Ilustrador, mini-empresario, docente, conferenciante, articulista, tallerista y todo lo que me dejen y/o me paguen.

¿Quién es tu/s perro/a?

Mi perro es Manolito, es un señor mayor disfrazado de perro con los ojos más expresivos del mundo. Independiente pero cariñoso, obediente, fiel, gruñón y extremadamente bueno con los otros perros, las personas, los pájaros o los gatos. Un ser de luz al que le flipan los niños y que jamás pierde la compostura a no ser que haya comida por en medio.

¿Qué es lo que te apasiona?

Me apasiona el cine, comer, disfrutar de los míos, dibujar, hacer las cosas bien y, afortunadamente, mi trabajo.

¿Quién es tu/s musa/s o referente/s de vida?

Todo aquel que ha vivido con autenticidad, haciendo lo que le pedía el cuerpo pero sin perder el respeto. La gente integra y enemiga del servilismo. La gente excesiva y, sobre todo, la que valora ante todo el disfrute.

¿Cuál es el medio con el que te gusta expresarte?

La ilustración y la escritura, también el habla. Soy muy brasas. Soy un coñazo. Pero también sé escuchar y oír al que tengo enfrente. No puedo con esa gente que monopoliza las conversaciones y que solamente le interesa hablar de su libro.

¿Hay algo que te importe un pimiento?

Pues estoy en una edad extraña en la que todo me preocupa y todo me importa un carajo. Vengo de gente de pueblo, muy de pueblo, gente que enviudaba y que después del funeral se cambiaba para recoger la acelga porque amenazaba con llover: Eso me ha hecho muy práctico. Eso y una cosa que siempre me decía mi abuelo: “Si no hay solución no hay problema”. Es decir, lamentándose no se arregla nada. Las cosas se intentan solucionar y si ves que no la hay pues a otra cosa.

¿El momento o la situación más Indómita de tu vida?

Pues no lo sé, supongo que tengo muchas debido a mi carácter. Soy géminis y paso de ángel a demonio en cero coma dos. Nunca mido lo que mucho que me puede perjudicar el pronunciarme, pero si algo no me gusta lo tengo que verbalizar. Y bueno, que de pequeño era un monstruo: quemé un colchón con unas cerillas mientras mi padre echaba la siesta y casi morimos todos, cogí un coche con ocho años, solté el freno de mano y lo estampé contra una pared mientras mis padres comían… y doscientas aventurillas más. Mi madre siempre me decía cuanto se arrepentía de haberme tenido. Me quiere mucho, lo sé, pero me lo decía. No sin razón.

¿Cuál o cuales son los objetos cotidianos personales o prendas que más aprecias? ¿Cómo se relacionan con tu expresión personal?

Pues con la ropa no tengo mucho apego, la verdad. Me encanta la moda como espectáculo pero en mi día a día soy bastante desastre (por no decir marrano). Me encantan las cosas de casa, eso sí, aquellas que compramos durante nuestros viajes y que me recuerdan a tal o cual momento. No me gustan las casas que no muestran la personalidad de quien las habita. Igual peco un poco de Horror Vacui, pero cada uno es como es.

¿De qué manera ocupa lugar el color en tu día a día?

Es fundamental. Yo vivo para el color. Lo que para muchos puede ser riesgo de epilepsia a mí me relaja y me da alegría. Mi casa parece Disneylandia, mi estilo a la hora de trabajar no sabe de gamas cromáticas pues me valen todas, suelo usar colores vivos a la hora de vestir. ¿Color y vida? Pues eso.

¿Si tu perro fuese un color, qué color crees que sería?

Pues sería verde. Primero porque es muy suyo y muy especialito. Es raro, como yo. Y segundo porque es un santo varón que a mí me relaja y reconforta, es tranquilote y me inspira seguridad. Mi perro apacigua mis desequilibrios. Me hace mejor persona.

¿El momento o la situación más Indómita de tu perro?

Pues es que ya te digo que es un santo. En serio, no rollo “mi niño no fuma ni bebe”. No, no, santo de verdad: aprendió todo muy rápido, jamás mordió nada aún cuando le estaban saliendo los dientes, en cuanto le dices una cosa te obedece, no se pelea con ningún otro perro, lo puedes dejar con cualquiera, ve un pájaro o un gato y ni se inmuta… Es un rollo de perro. Es maravilloso.

¿Collar o arnés? ¿Cuáles son los accesorios imprescindibles que tienes para tu perro?

Pues siempre collar porque si no se me encuentra el hombre cómodo. Y como siempre va a tu altura y nunca da tirones pues como que no necesitamos arnés. El resto de accesorios nada, le pones cualquier cosa encima y se te queda inmóvil. Ya os lo he dicho, es un perro raro.

¿Cuál es tu combinación preferida con las piezas de Indómito?

Me encanta la correa de perro con el porta bolsas. Ya el color me da igual siempre que sea vivo. Un verde hierba, un amarillo, un rojo o un rosa. Ya si las dos piezas van descombinadas y contrastan en tonos me flipa. Me encantan las rupturas tonales.